Let’s see at a glance what part of the brain is responsible for language. There are several fissures, which divide the brain into lobes. There are 4 lobes that are also divided into areas with specific functions and complex relationships among them in both hemispheres (right and left).
The Broca’s area of the Frontal Lobe (left hemisphere) is responsible for speech production and articulation. When this area is damaged, a person may have difficulties in speaking (moving the tongue or facial muscles to produce sounds of speech) and writing (forming letters, words, and writing within lines).
The Wernicke’s area located in the Temporal Lobe (left hemisphere) is associated with language development and comprehension. Damage to this area may cause one to speak in long sentences that have no meaning, add unnecessary words, and even create new words. He/she can make speech sounds, but has difficulty understanding and is therefore unaware of his/her mistakes.
Here is the fascinating part that takes place in the brain while learning a second language:
A native language is stored in the left hemisphere of the brain in over 90% of the normal population. In contrast, language learning is a complex procedure that scientists have determined is not limited to any hemisphere of the brain involving information exchange between the left and the right hemispheres.
Dr. Ping Li, professor of Psychology and Linguistics at Pennsylvania State University, explains that full knowledge of a language includes remembering the words (lexicon), learning its sound system (phonology), acquiring the writing system (orthography), getting familiar with the grammar (syntax) and picking up the subtle ways to express oneself (pragmatics).
These distinct linguistic elements require the brain to activate different parts, including the frontal and parietal cortical regions, the frontal and temporal regions, the occipital and temporal-parietal regions, and the frontal and subcortical regions. Also, this activation involves the corpus callosum, which enables the transfer and integration of information between the right and left hemispheres.
But the complexity does not stop here. The part of the brain where humans store a second language varies according to the age, they acquire it. A study conducted at the Memorial Sloan-Kettering Cancer Center in New York revealed that children who learn a second language early on, store it together with their native language, while in adult learners it is saved in a different area of the brain. This suggests that the brain accommodates languages separately at different points of the subject’s lifespan, which means the structures involved in language acquisition and processing are not fixed, but change, undergoing cortical adaptation when a new language is added.
Read more about an interview with Dr. Ping Li regarding "What is different in the bilingual brain" by clicking here.
Source: May Field Clinic, Unbabel, and Psychology Today.
¿Más conexiones cerebrales mientras se vuelve bilingüe?
Demos un vistazo a qué parte del cerebro es responsable del lenguaje. Hay varias fisuras que dividen el cerebro en lóbulos. Hay 4 lóbulos que también se dividen en áreas con funciones específicas y relaciones complejas entre ellas en ambos hemisferios (derecho e izquierdo).
El área de Broca del Lóbulo Frontal (hemisferio izquierdo) es responsable de la producción y articulación del habla. Cuando esta área está dañada, una persona puede tener dificultades para hablar (mover la lengua o los músculos faciales para producir sonidos del habla) y escribir (formar letras, palabras y escribir dentro de las líneas).
El área de Wernicke ubicada en el Lóbulo Temporal (hemisferio izquierdo) está asociada con el desarrollo y la comprensión del lenguaje. El daño a esta área puede hacer que una persona hable con oraciones largas que no tienen significado, agregue palabras innecesarias e incluso cree palabras nuevas. Puede emitir sonidos del habla, pero tiene dificultad para comprender y, por lo tanto, no es consciente de sus errores.
Aquí está la parte fascinante que tiene lugar en el cerebro mientras aprendemos un segundo idioma:
Un idioma nativo se almacena en el hemisferio izquierdo del cerebro en más del 90% de la población normal. Por el contrario, el aprendizaje de idiomas es un procedimiento complejo que los científicos han determinado que no se limita a ningún hemisferio del cerebro involucrando el intercambio de información entre los hemisferios izquierdo y derecho.
El Dr. Ping Li, profesor de Psicología y Lingüística en la Universidad Estatal de Pennsylvania, explica que el conocimiento completo de un idioma incluye recordar las palabras (léxico), aprender su sistema de sonido (fonología), adquirir el sistema de escritura (ortografía), familiarizarse con la gramática (sintaxis) y aprender las formas sutiles de expresarse (pragmática).
Estos distintos elementos lingüísticos requieren que el cerebro active diferentes partes, incluidas las regiones corticales frontal y parietal, las regiones frontal y temporal, las regiones occipital y temporal-parietal, y las regiones frontal y subcortical. Además, esta activación involucra al cuerpo calloso, que permite la transferencia e integración de información entre los hemisferios derecho e izquierdo.
Pero la complejidad no se detiene aquí. La parte del cerebro donde los humanos almacenan un segundo idioma varía según la edad en que lo adquieren. Un estudio realizado en el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center en Nueva York reveló que los niños que aprenden un segundo idioma desde el principio, lo almacenan junto con su lengua materna, mientras que en los estudiantes adultos se guarda en un área diferente del cerebro. Esto sugiere que el cerebro acomoda los idiomas por separado en diferentes puntos de la vida del sujeto, lo que significa que las estructuras involucradas en la adquisición y el procesamiento del lenguaje no son fijas, sino que cambian y experimentan una adaptación cortical cuando se agrega un nuevo idioma.
Lea más sobre una entrevista con el Dr. Ping Li sobre "Qué es diferente en el cerebro bilingüe" haciendo clic aquí.
Fuente: May Field Clinic, Unbabel y Psychology Today.
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